alejandra dorado

La imagen amable de mi misma

“El arte es un simulacro, pero un simulacro que tenía (antes) el poder de la ilusión; nuestra simulación en cambio, ya no vive sino del vértigo de los modelos.”
…¿ha entrado el arte en el dominio de la realidad?
(j. Baudrillard)

Si el arte es una simulación basada en los modelos; me pregunto entonces donde esta el juego. ¿Un juego estético de relaciones entre las imágenes que se eligen para citar, para transgredir? o ¿una doble retórica donde reina la ironía como propuesta conceptual y temática?
“La imagen amable de mi misma” es, (una vez mas) una auto sacralización a partir de un modelo religioso, convertido ya no en mártir, sino mas bien en vencedor, pero vencedor frente a un doble juego de imagen: la imagen real vrs. La imagen reflejada.
Es la propia imagen la que seduce a Narciso llevándolo a su muerte-liberación; ¿ y es que la réplica constituye el desvanecimiento de la figura?; o más bien es que ya no existe una distancia reflexiva entre Narciso y su imagen, al ser absorbido por esta, también ha desaparecido; “su imagen ya no es otra, es su propia superficie”.
La superficie del reflejo solo será atractiva y vertiginosa para los demás en la medida en que despierte a cada uno el deseo de precipitarse a ella; simbolizando así otra muerte-absorción cada vez que nos acercamos.(cualquier absorción es narcisista y más si proviene de una muerte).
“Seducir es morir como realidad y producirse como ilusión”

El espejo
Si hablamos de la réplica y del reflejo, hablamos también del “doble”; pero no de un doble representado sino mas bien uno mismo como imagen que seduce: ¿qué sentido tendría adorar a algo que no es idéntico a si mismo?
El espejo involucra además al espectador con la representación, creando una doble imagen donde la distancia entre lo real, el doble y lo representado es casi imperceptible.

El cuerpo
El cuerpo estético es invadido por el cuerpo psicológico. El cuerpo de Narciso es violentado por las miradas de otros; (el propio espejo con más observadores que uno mismo). Esto es, tomando en cuenta que el cuerpo psicológico es la única propiedad privada del ser humano y por lo tanto el punto cero de nuestro acontecer histórico.
¿Puede ser el cuerpo femenino un apéndice metonímico de la naturaleza?